Diciendo: Me perdono porque hice lo mejor que pude en ese momento y decido cerrar este ciclo, me amo y me propongo ser la mejor versión de mi cada día, aunque no sea perfecto, cada día reconocer que hemos intentado dar lo mejor de nosotros desde nuestra capacidad de humanos.
El camino al éxito es de aquellos que aprenden de sus errores como dijo Thomás A. Edison: “No he fracasado, solo me he topado con 999 maneras de cómo no hacer una bombilla”.
Perdón…una palabra tan simple y tan complicada a la vez. Entre perdonar a alguien y perdonarse a uno mismo, siempre es más difícil perdonarse a uno mismo, porque eso implica reconocer fallas, saber que uno a veces es débil, necio o insensible en ocasiones. Lo más glorioso que un ser humano puede hacer por sí mismo, siempre será perdonarse.
Hoy podemos perdonarnos por lo mal que nos hemos tratado por tanto tiempo y hacer las paces con nosotros mismos.
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